EN VERDAD QUE...... "RECORDAR ES VIVIR" POR BERNIE BELTRAN
En la revisita Observatorio de agosto 2002 Alberto Ávila habla de su amiga Antonia (Tota) López, habla de su poema sobre Camuy, que hizo alrededor de diez y seis años. Ahora ya cumplido veinte y ocho años. Este poema se publicó en el Anuario de la Décima Feria de Artesanía y Artes Manuales de Camuy, celebrado del trece al diez y seis de noviembre de 1986 en la Plaza Luis Muñoz Marín, de nuestro pueblo.
Aquí se menciona con mucho amor una serie de personajes de Camuy, de ayer, que los que tuvieron la oportunidad de conocerlos los que tuvieron la oportunidad de conocerlos los recordarán con nostalgia en sus corazones y los más jóvenes los conocerán a través de las rimas del poema. Y como nos dice Alberto “es un real encuentro con un pasado que vive para siempre”.
Primero vamos a compartir ese bello poema " Recordar es Vivir" con ustedes esperemos que les guste.
Todos los pueblos del mundo, desde épocas remotas, llenan con nombres famosos las páginas de su historia.
Y en las páginas de oro de nuestro Camuy querido, se conservan las estampas que a recordar yo te invito.
Pedro el Mío y sus discursos; Moncho Hueso y sus mandados; los piropos lisonjeros del famoso León Potranco.
Carranza vendiendo El Mundo Con una linda tonada, Recorre el pueblo y sus campos Sobre su yegua cansada.
Frente al Teatro Yumac desde las tres a las diez El Manco con sus piraguas Calmaba a toros la sed.
Pero en todos los negocios la competencia no falta rival de Manco, Pellín… en la esquina de la plaza.
Alfredo y su trombón en época navideña entonaba villancicos desde el pueblo hasta la Peña.
Pepín Cruz el zapatero, Maceira con sus titinas, Juanito el “Core -Core” y la fonda de Gabina.
María con sus carteras La loca Macabeo, Juan el Bobo e Isaías Deambulando por el pueblo.
Pregonando las verduras de mañana y en la tarde por toditos los rincones estaba Pedro Abayarde.
Chencha Cruz y sus pasteles famosos por su sabor, Y los gallos de pelea Del apreciado Vador.
Camuy Arenas y sus triunfos nuestra gran fanaticada; las serenatas románticas del amigo Pablo Ávila.
Manolo Caban y Carmen discutiendo de pelota, Y la bella arquitectura del maestro Arsciclo Rosa
¡Qué muchacho no llegaba a comprar sus golosinas hasta la esquina famosa de Pepe Sierra y Marina.
El intrépido Nolasco y su peligrosa hazaña de desafiar los mares en una pequeña balsa.
Simón Camacho y Don Millo vendiéndonos lotería llenando los corazones de esperanza y alegría.
A Vicenta la “Negrita” por nuestras calles rondando Y Quico el gran pescador su pescado pregonando
Don Alfredo, el reverendo, Pancho López, Moncho Hernández, Lucho el de Doña Antolina y Don Pedro el Practicante.
Luis Quiñones y su carreta, a Don Mundo el tabaquero, y las famosas anécdotas de Don Manolo Acevedo.
Estampas que no se olvidan quiero renovar en ti, recuerda amigo lector Que recordar es vivir.
Alberto Ávila en su artículo nos explica más de los personajes en el poema. Carranza vendiendo ya el desaparecido periódico “El Mundo”, con una linda tonada, recorre el pueblo y sus campos sobre su yegua cansada. Hombre Grueso, Trigueño, con un sombrero y unas botas largas montando sobre una yegua. Una figura muy singular en Camuy en los años cincuenta y sesenta. Don José Carranza trabajo muchos años en la Central Rio LLano. Pero se conoció mas en Camuy ya que montaba su yegua, y solía llevar el periódico por nuestros campos. La yegua caminaba a paso de trote algo descontrolado, pero eso sí, lo hacía con mucha gracia.
Carranza escondía su yegua para que no se la fueran a llevar para correr el “Júa” en las horas de la madrugada camuyana. Una noche del “Júa”, para los jóvenes de esta generación que no conocen lo que es “Júa” tenemos que ir atrás para los años cincuenta cuando se agregó a la procesión del Santo Encuentro el domingo en la madrugada. En esta procesión las mujeres y los hombres caminaban alrededor de la plaza, pero por lugares distintos y luego se encontraban. Terminaban la procesión procedían a sacar el “Júa”. Para esto buscaban durante el día un caballo para que sirviera para cargar el muñeco que representaba al “Júa”. Era uno hecho de sacos sobre un coco de cabeza.
Empezaban bajando el caballo y el muñeco cargándolo por la Calle Muñoz Rivera, antes conocida también como la “Calle Principal: y en tiempos de España, como la Calle Comercio. Luego doblaban por la Calle Estrella y entonces doblaban hacia la Calle Muñoz Rivera.
Detrás del caballo donde iba montado el muñeco del “Júa”, iba un grupo de personas gritando “Júa”,” Júa”. Una persona llevaba al equino cogido por las bridas. La gente seguía gritando, luego al sol brillar con todo su esplendor llevaba al caballo donde lo habían cogido y terminaba la salida del “Júa”. Muchos dueños de caballos guardaban bien esa noche para que no se los llevaran para sacar el “Júa”
A Carranza, le robaron la yegua para sacar al “Júa”. También estuvo a punto de ahogarse en unas inundaciones producto de unas prolongadas y fuertes lluvias. También un domingo la yegua estaba amarrada al lado oeste de la verja de alambre del viejo estadio de Camuy, eso fue para 1955. En un juego de pelota Alberto La Costa conecto un largo batazo sobre la verja del bosque izquierdo y alcanzo a darle a la yegua. Muchos creyeron que la yegua con ese pelotazo iba a morir y se equivocaron ya que la yegua vivita y coleando como dicen por ahí.
Alfredo Candelaria y su saxofón en época navideña entonaron villancicos desde el pueblo hasta la plaza. “Las navidades empezaban en Camuy, con la parranda de Don Alfredo Candelaria”. Y las dianas de las fiestas también. Hacia vibrar el órgano en la Parroquia San José. Don Alfredo decía que cuando el muriera se iban acabar las navidades en Camuy. Al parecer fue cierto ya que no se ven ya las carretillas vendiendo dulce, el vino Viña 25, el anís, la yerba la víspera de Reyes y sobre todo la camaradería del sentido cristiano de la vida parece ser que se lo trago el paso trágico del tiempo.
Pepín Cruz, cuyo oficio era el de zapatero, era un hombre culto que había visitado muchos países como marinero mercante en su juventud. Cuentan que una noche unos campesinos de un barrio rural lejano al pueblo se llegaron hasta Camuy, a buscar un ataúd para darle cristiana sepultura a u miembro de su familia. Los mismos se encontraban debajo de la casa Alcaldía que era una vieja casona de dos plantas de manera. En una de las cajas de muertos se encontraba durmiendo Pepín Cruz, por mala fortuna los deudos del fallecido fueron hacia el que estaba acostado Pepín Cruz y los buenos campesinos del susto que pasaron por poco tienen que escoger otro para ellos.
María de las carteras, Maceira con sus titinas, Juanito el Core –Core y a la Fonda de Gabina. También a Juan el bobo y a Isaías. A doña Chencha Cruz y sus famosos pasteles en todo Puerto Rico. A Vador, personaje destacado en la política camuyana por años y cuidador de gallos.
A Don Millo de León, eran cuatro hermanos, dos de ellos hombres. Vivian muy cerca de la casa de mi familia en la calle Estrella. Doña Nieves, falleció para octubre o noviembre de 1964 Don Lalo, que siempre usaban chaqueta y tocaba la mandolina Doña Angélica, falleció para el primer lustro de los años ochenta.
A Don Alfredo Rivera estuvo casado con Doña Lydia Ledesma y se recuerda en su bicicleta montado camino a la Iglesia de Piedra. Cuando joven con su traje y corbata para esperar a sus feligreses.
el pastor de toda una comunidad... de todo un pueblo. En mi barrio no dejaba una sola familia sin visitar... a pie, en bicicleta o en motora. Si había lluvia, aguantaba lluvia, si había sol, aguantaba sol. Los niños eran su adoración y jugaba con todos los que encontraba a su paso. Un verdadero ministro de la palabra de Dios. Ejemplo a emular.
Y de María de la Carteras o María la Boba caminado por todo el pueblo pidiendo sus chavitos y guardándolos en sus diferentes carteras y hasta una canción infantil se hizo. María la Boba tiene un reloj, que da la una y da las dos…
Pancho, perdió su brazo una panadería de Camuy, pero no paro su espíritu de trabajo. Todos los días del año en excepción del 16 de julio se puso zapatos para ir hasta Hatillo a pagar una promesa a la Santísima Virgen del Carmen.
Nolasco de su historia con subir a las palmas de cocos con una rapidez que no he visto a nadie hasta ahora hacerlo, ir con su carretilla para ir a venderlos comenzó con dos centavos, luego a siete centavos y ya en el tiempo en veinticinco centavos. Se le conoció como Héroe Nacional de la Peña por haberse dormido en una balsa en Camuy y llegar a Quebradillas sin darse cuenta. Ya todos los hacían por muerto hasta que lo divisaron en Quebradillas.
Don Catalino Maceira quien no recuerda las titinas las cuales algunos niños les tenían pánicos cuando llegaban las fiestas patronales. Sin embargo, traía a muchos algo pintoresco y diferentes a esas fiestas. Con su movimiento de un lado para otro parecían ser la misma vida del hombre con sus victorias. Y hablando de pánico a la Loca Macabeo con su llegada de improviso en cualquier lugar donde pudiera entrar. No solo los niños sino adultos cerraban las puertas por su apariencia y peligroso que se veía venir.
Juanito el original core-core. Ángel Abreu y Miguel Nieves fueron los últimos en personificar estos personajes.
Y como no recordar a nuestros piragüeros, El manco y Pellín. El manco al frente de la iglesia y carrito y después en el teatro Yumac y por otro lado Pellín haciendo la competencia.
Son tiempos que muchos recordaremos con mucha nostalgia, muchos no están ya con nosotros, pero quedaran en este humilde escrito y en la poesía de “Recordar es Vivir” escrita por nuestra maestra que siempre la vamos a recordar junto a nuestro amigo Alberto Ávila por darme datos de personas la cual no conocí. A mi primo Jesús M Román Vélez por las biografías de algunos la cual también saque mucho provecho. A estos que siempre han mantenido nuestra historia y nuestra gente en su mente, gracias por coger en su mano un lápiz y papel y dejarlo por escrito. Siempre que alguien haga esto siempre podremos decir que “Recordar es Vivir”.